Todo empieza en la cena, alguien se inventa una historia, por ejemplo: nos metimos en una zona prohibida cerca de la torre de control yo me quede en el coche pero ellos dos estaban grabando fuera con la cámara y un portátil, llega la policía, me tiro en el sillón del coche, pues no tenía el carnet de conducir encima, ellos dos les intentan explicar que hacen un trabajo, los han tomado por terroristas y van camino a la comisaria, les registran el portátil, a uno de ellos casi lo deportan para su país, era canario.
Después de unas horas presos, todo se soluciona, llegamos a la cena, alguien les cuenta lo que nos ha pasado y los otros dos le siguen la corriente, se la creen y así pasan la bola a otra persona y esa persona a otra y esa a otra hasta que todo se complica, un policía de la familia habla con la policía y hasta con el aeropuerto y entonces es cuando tienes que decir por huevos:¡inocentes…!
¡Vaya, en que lio nos hemos metido!
Por eso es mejor que sigamos haciendo nuestras inocentadas el 28 de diciembre.
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